Los que se manifiestan en descapotable como laboratorio político
La única manera efectiva de enfrentarse a la ultraderecha es recuperar la calle con demandas materiales. Habrá que ir pensando en reinventar la práctica de la protesta
La única manera efectiva de enfrentarse a la ultraderecha es recuperar la calle con demandas materiales. Habrá que ir pensando en reinventar la práctica de la protesta
Prólogo del libro ‘La emergencia de Vox’ del eurodiputado Miguel Urbán
Se suele decir que el feminismo es un bastión en la lucha contra la emergencia de las extremas derechas y es cierto que en algunos lugares del mundo este movimiento es capaz de condensar la oposición más movilizada tanto en las calles como la esfera pública.
Una parte de la extrema derecha utiliza la lucha contra la ideología de género para reforzar su idea de nación excluyente.
¿Seguir fiel a sus orígenes como “ala derecha del PP” o subirse a la ola social-soberanista?
Los fundamentalismos cristianos y la ultraderecha tejen alianzas a partir de argumentos natalistas.
Con este ejemplo podemos descubrir algunos de los rasgos del manual del perfecto comunicador de ultraderecha (o al menos, neocon.)
Levantar organizaciones de todo tipo, sindicatos, centros sociales o cooperativas tiene poco o nada que ver con hablar de los pobres y con prometerles un Estado y un gobierno que les protegerá en sus vidas precarias
Abascal armado y a caballo encarna a ese hombre del pasado que ya no existe pero lucha por seguir existiendo; a su revuelta, la llamamos hoy ‘neofascismo’
Con su imagen de antisistema muchos de estos ultraderechistas han conseguido horadar los consensos sociales mínimos que impedían decir en público según que cosas, gracias a lo que ellos llaman la lucha contra lo “políticamente correcto”